En diciembre de 2023, las temperaturas de la superficie del mar (TSM) en el Océano Pacífico ecuatorial disminuyeron ligeramente, pero siguen siendo superiores a la media, indicando la continuación de El Niño, con anomalías más elevadas en la región del Pacífico central. Los últimos valores del índice Niño muestran la persistencia de El Niño, con temperaturas oceánicas en la región de referencia (Niño 3) aún consideradas de intensidad muy fuerte, con anomalías superiores a 2,0°C.

Las previsiones de los modelos acoplados océano-atmósfera y océano indican que El Niño persistirá hasta el otoño (marzo a junio) de 2024, con un pico de intensidad en el trimestre de enero a marzo de 2024. Durante el próximo trimestre, las condiciones climáticas y meteorológicas del país se verán influenciadas por este fenómeno.

Las condiciones ENOS neutras pasan a ser la categoría más probable, con un 60% de posibilidad de producirse entre abril y junio de 2024, manteniéndose así durante las dos siguientes estaciones del periodo de previsión. Para julio-septiembre de 2024, ninguna categoría se destaca como dominante, siendo ENSO neutro y La Niña igualmente probables. Hasta agosto-octubre de 2024, La Niña pasa a ser la categoría más probable, con el 52% de probabilidad.

A pesar del retorno gradual de las lluvias en la región amazónica en el mes de diciembre, las anomalías pluviométricas fueron inferiores a lo normal en el centro, este y sur de la región. En otras zonas del oeste, como Bolivia, Perú y partes del norte de Brasil, las lluvias fueron irregulares, con precipitaciones ligeramente superiores a la media, pero insuficientes para determinar el inicio de la estación lluviosa. Los caudales en los tributarios del río Amazonas aumentaron, atenuando o eliminando los impactos sobre la navegación en los ríos Purus, Juruá, Madeira, Solimões y Negro.

La previsión climática para enero-febrero-marzo de 2024 indica una mayor probabilidad de precipitaciones por debajo de lo normal en parte de la Amazonia, especialmente en el centro, sur y este.

Cabe señalar que la climatología indica que los meses de enero y febrero suelen ser los más lluviosos y cálidos del hemisferio sur. Debido al efecto combinado de El Niño y las aguas más cálidas del Océano Atlántico, la situación podría empeorar aún más, dando lugar a ríos más secos y calor extremo en la región amazónica, especialmente en el sur y el este de la región.