En octubre, la temperatura superficial del mar (TSM) en la región Niño 4 registró una anomalía promedio de 1,3°C, mientras que en la región Niño 3.4, la anomalía promedio fue de 1,6°C, indicando la persistencia de un El Niño de intensidad moderada. En las regiones Niño 3 y 1+2, las anomalías fueron de 2,1°C y 2,3°C, respectivamente, mostrando una gradual intensificación del El Niño a lo largo del mes.

Las previsiones realizadas por diversos modelos internacionales señalan que para octubre, El Niño estará fuerte durante el verano de 2023-2024, alcanzando su punto máximo con temperaturas del mar alrededor de 2°C por encima del promedio. Se prevé que este fenómeno persista al menos hasta el otoño de 2024, con una probabilidad del 80%. Posteriormente, hay indicaciones de que se debilitará, posiblemente alcanzando en el Hemisferio Sur una fase neutra en el invierno de 2024.

Estas previsiones climáticas también sugieren que, entre noviembre y marzo de 2024, la región Amazónica experimentará condiciones más secas, especialmente en las áreas orientales y en el norte. Es fundamental destacar que un evento de El Niño de esta intensidad puede desencadenar respuestas atmosféricas significativas, con graves consecuencias para la región Amazónica.