Los pueblos indígenas amazónicos tienen como característica común su estrecha relación con la selva. Sin embargo, presentan una considerable diversidad cultural en relación con la organización social, los modos de vida y las cosmovisiones. El conjunto de valores y creencias que impregnan la vida de los pueblos indígenas son el resultado del proceso de intercambios culturales heredados de la relación interétnica y entre los pueblos indígenas y los colonizadores de la Amazonia. Ante este panorama que implica intercambios culturales e intensas relaciones con su entorno natural, las concepciones indígenas de la salud y la enfermedad, así como sus prácticas asistenciales, difieren en muchos aspectos importantes de las concepciones biomédicas occidentales no indígenas.

Para los pueblos indígenas amazónicos todos los seres, ya sean humanos, animales, plantas u otros, tienen “almas”, “dobles” o “espíritus” que interactúan entre sí. La misma concepción se desencadena en el uso de especies nativas para fortalecer o curar al paciente, lo que ocurre a través de la influencia del espíritu de la planta sobre el espíritu o los espíritus del paciente.

Además, los espíritus de una persona pueden alienarse de su cuerpo, provocando que enferme o muera, o que sea atacada por otros espíritus que buscan dañarla. Según diversas tradiciones indígenas amazónicas, este daño al espíritu o espíritus de la persona es la causa efectiva de casi todas las enfermedades, y corresponde al chamán u otros especialistas en comunicación sobrenatural recuperar el espíritu alienado del paciente para que pueda volver a un estado saludable.

Tales concepciones de la enfermedad y la curación no anulan la propia comprensión de los indígenas de que también hay enfermedades causadas por agentes patógenos como gusanos, virus, bacterias, etc. Por lo tanto, el sistema chamánico no es incompatible con el sistema médico no indígena. En la mayoría de los casos lo que se produce es una separación de los dos ámbitos, buscando tratamiento médico cuando entienden que padecen enfermedades “blancas”, y tratamiento chamánico cuando entienden que padecen enfermedades causadas por ataques de espíritus. No es infrecuente que un paciente busque ambas soluciones cuando la causa no es segura, y si la medicina cura, o el chamán, la causa de la enfermedad se atribuye al agente correspondiente.

Los conocimientos de los pueblos indígenas amazónicos sobre plantas medicinales son amplios y se han adquirido a lo largo de siglos. Este conocimiento depende principalmente de la transmisión oral entre conocedores y miembros de la sociedad, hecho que se ve agravado por la pérdida de la lengua y la excesiva dependencia de los sistemas sanitarios oficiales.

Durante la pandemia de COVID-19, diversas fuentes indígenas e investigadores informaron del papel fundamental de los conocimientos tradicionales sobre plantas para aliviar los síntomas de la enfermedad, evitando así situaciones más graves al no poder contar con la intervención eficaz de agentes externos, como los profesionales sanitarios del Estado.

Por lo tanto, es posible y de fundamental importancia que los agentes de salud no indígenas tengan una actitud respetuosa y de no confrontación hacia tales concepciones y prácticas. El papel de los especialistas indígenas debe ser reconocido y respetado para que las acciones sanitarias se lleven a cabo integrando y dialogando con las prácticas tradicionales de las comunidades en cuestión.