La tipología económica de las sociedades indígenas se diferencia de otras sociedades no indígenas en que están subordinadas a las relaciones sociales, es decir, son los vínculos en el contexto de la sociabilidad indígena los que regulan el proceso de producción y no sólo la necesidad material y mucho menos la necesidad del mercado. Por tanto, las formas de circulación de mercancías son variantes de formas de intercambio o trueque en proporciones y con funciones diferentes según la naturaleza de las relaciones establecidas. Los modos de producción, como la caza, la pesca, la extracción de vegetales y las pequeñas actividades agrícolas, son proporcionados por el entorno natural del territorio con escasa producción de excedentes para su comercialización. En cualquier caso, se puede afirmar que los pueblos indígenas hacen un uso sostenible de sus territorios de ocupación, lo que ayuda a explicar la inmensa cubierta vegetal conservada en la Amazonia.

Sin embargo, muchos pueblos indígenas amazónicos también participan en las relaciones económicas con sociedades no indígenas. Por ejemplo, la minería o la prospección petrolífera, actividades económicas importantes en las regiones estudiadas, generan intercambios de servicios, alimentos, comercio y transporte para algunas comunidades. El turismo y la venta de productos forestales in natura, como los plátanos, o transformados, como la harina, son también fuentes de ingresos locales para muchas comunidades.

Por otro lado, la población indígena se encuentra al margen de los procesos económicos que integran la Amazonia en el mercado global, lo que ocurre a través del comercio de recursos naturales y la alta dependencia de los precios fluctuantes de los productos básicos. Los estudios sobre las fronteras han indicado que en todos los países amazónicos, por ejemplo, hay grandes inversiones, principalmente extranjeras, dedicadas a actividades de la industria extractiva. Cuando las comunidades indígenas se insertan en estos procesos macroeconómicos, esto ocurre a través de la prestación de servicios por parte de la empresa explotadora a la comunidad indígena afectada, como es el caso de la industria petrolera en el Parque Yasuní y los servicios prestados al pueblo Waorani.