Rio Cononaco, Parque Yasuní, Equador. Foto: Enrique Vela
En el caso de los sistemas sanitarios gubernamentales de las regiones fronterizas amazónicas, los pueblos indígenas presentan cierto grado de vulnerabilidad en cuanto al acceso a los servicios sanitarios en todas las localidades estudiadas. En algunos de ellos, como Colombia, Bolivia y Perú, por ejemplo, observamos la ausencia de servicios de atención primaria en los territorios indígenas. Además de que la población indígena tiene que recorrer largas distancias hasta el centro de salud más cercano, no hay un seguimiento adecuado de las acciones de atención primaria, como la atención prenatal o la vacunación.
Las características de la red sanitaria muestran el predominio de servicios de primer y segundo nivel, sin infraestructuras de alta complejidad en la mayoría de las regiones. Las únicas excepciones son cuando estas regiones coinciden con la capital departamental, como es el caso de Leticia en Colombia e Iquitos en Perú. Generalmente, cuando la población autóctona necesita estos servicios, se desplaza a los grandes centros urbanos o incluso a la capital del país. En el caso de Guyana y Surinam, los servicios más complejos se limitan a las capitales nacionales de Saint George y Paramaribo, respectivamente. Debido a estas características, algunos países adoptan programas especializados de salud itinerante en los que llevan médicos especializados a los territorios indígenas de forma esporádica para realizar consultas, exámenes o incluso cirugías menores.
La disponibilidad de profesionales sanitarios se considera un grave problema en todas las zonas estudiadas. Por lo general, los establecimientos sanitarios dependen únicamente de técnicos de enfermería y agentes sanitarios. La figura de los agentes o promotores comunitarios de salud forma parte de la política de atención primaria en casi todos los países, a excepción de Surinam. Estos profesionales realizan actividades voluntarias o remuneradas de promoción de la salud y prevención de enfermedades. En muchos casos, existen programas de formación para que realicen visitas domiciliarias a las embarazadas y notifiquen los casos que requieren el apoyo de otros profesionales sanitarios.
Finalmente, cabe mencionar que el marco intercultural está presente en la legislación sanitaria de los países miembros, pero se ha avanzado poco en su aplicación. Brasil, por ejemplo, tiene un subsistema de salud indígena que puede atender incluso a las poblaciones más alejadas, sin embargo, está centrado en el modelo biomédico. Guyana, por su parte, dispone de órganos colegiados de gestión que cuentan con la participación popular indígena, pero aún no existe un sistema intercultural construido. Colombia cuenta con una legislación robusta que establece el enfoque diferencial y la interculturalidad como uno de los principios de su sistema de salud, pero en las regiones estudiadas el modelo aún está en discusión.
Observe no mapa interativo do Módulo Povos Indígenas, onde se localizam os territórios indígenas na região amazônica e observe as regiões fronteiriças estudadas pelos consultores da OTCA: